domingo, marzo 30, 2008

Biografía no autorizada de Gaspera

Tiene un año , trabaja en el zoológico de Noruega. Es un zoológico de bestias, a ella le gusta comer ratones, a veces se pone a dormir y cuando duerme no se despierta más, es como si durmiera durante un año entero.
Es de la Antártida pero trabaja en Noruega, tiene esa cola enorme de cocodrilo porque es hereditaria al igual que en toda su familia, a veces cocina por eso lleva un delantal naranja, tiene unas piernas larguísimas para poder correr.
No tiene brazos y unos ojos inmensos y despiertos, los labios gruesos y el pelo largo.
Es muy buena persona con los que la tratan bien


Ariel Rojas

Biografía de Cirilo

Nombre: Cirilo
Edad:36
Se dedica a tocar el sikus y hacer canciones
En su tiempo libre juega a la pelota
Vive en Villa Celina
Su habilidad es escuchar
Su sueño es no tener esas orejas

Biografía no autorizada de El Defensor

Nombre: El Defensor
Edad: 38 años
A que se dedica: A estudiar
Comida preferida: El pescado
Cosas que hace en su tiempo libre: ayuda a los chicos que viven en la calle
Dónde vive: En la montaña
Con quién vive: Con su perro
Habilidades: Es bueno en la matemática
Su sueño: Que todos los chicos de la calle tengan un lugar o un techo donde dormir y algo de comer

Nombre: Ricardo
Edad: 28
A que se dedica: A jugar al básquet
Comida preferida: el asado
Cosas que hace en su tiempo libre: estudia y ayuda a sus hermanos
Dónde vive: En su departamento
Con quién vive: Con sus padres
Habilidades: Es bueno en el básquet
Su sueño: Abrir un comedor solidario

Diego Flores

sábado, marzo 29, 2008

Biografía no autorizada de Heather Frans


Hola, yo soy Heather Frans, vengo de una familia muy rara, como pueden ver, tengo 453 años.
Mi familia y yo nos dedicamos a asustar a las personas y comemos todo tipo de insectos, lo que más nos gusta son las ratas asadas.
En mi tiempo libre realizo zapatos con pieles de animales.
Vivo en un pantano con toda mi familia.
Como notarán tengo un ojo celeste, con ese ojo puedo congelar.
Y tengo un sueño muy oculto...
dejar de ser el monstruo que soy!!



Micaela Cordero

Biografía no autorizada de la Señora Tapolc


La Señora Tapolc nació en Mandas, una remota isla al norte de Nueva Zelanda.
Con sus 89 años su vida fue muy activa. Se dedicaba en su adolescencia a explorar lugares remotos.
Vivía con sus padres y sus dos hermanos Roberta y Carlos.
Se sabe que su comida favorita son los guisos con frutos extraños del bosque.
Es experta en maquillaje. En sus tiempos libres suele retocarse y experimenta nuevos colores.
Su sueño es venir a la Argentina y explorar nuevas áreas.
Estas son las cosas más importantes respecto a la Señora Tapolc...


Mayra Farías

viernes, marzo 28, 2008

y van apareciendo los personajes



manos a la obra

Los chicos trabajaron recortando y armando disparatados personajes, luego escribieron sus biografías no autorizadas. Les iremos mostrando a estos personajes!!

los vagos de siempre!

damián y diego posando para el blog!!!
a escribir muchachos!!!

visitas!!

gustavo bórquez, nuestro poeta egresado nos vino a visitar

taller de fotomontajes

nadia armando su personaje

jueves, marzo 27, 2008

sábado, marzo 08, 2008

imágenes de nuestro primer taller

tejiendo sueños

piedra libre


Carla escondida detrás de su sol

nos vamos animando a mostrar...


los sueños...

La joven tejedora (Marina Colassanti)



Despertaba aún en lo oscuro, como si escuchase al sol asomándose en los límites de la noche, y pronto se sentaba a tejer.

Línea clara para empezar el día. Delicado trazo en el color de la luz que iba pasando entre los hilos extendidos, al mismo tiempo que afuera la claridad de la mañana dibujaba el horizonte.

Después lanas más vivas, lanas calientes que iban tejiendo hora a hora una larga alfombra que jamás terminaría.

Si el sol estaba demasiado fuerte y en el jardín caían los pétalos, la joven ponía en la máquina gruesos hilos grises de algodón con mucho fieltro.

Para la sombra de las nubes, elegía un hilo de plata, que en puntadas largas rebordeaba el tejido. Liviana, la lluvia venía a saludar a la ventana.

Pero, si por muchos días el viento y el frío se peleaban con las hojas y ahuyentaban los pájaros, la joven con el solo hecho de tejer con sus bellísimos hilos dorados hacía que el sol volviera a calmar la naturaleza.

Así, jugando con los aparatos de la máquina de tejer de un lado al otro y golpeando los grandes peines del telar para el frente y para atrás, la joven pasaba sus días.

Nada le hacía falta. Cuando tenía hambre tejía un hermoso pez, siempre cuidando las escamas. Y el pez estaba pronto en la mesa listo para comer. Cuando tenía sed, livianita era la lana color de leche que se mezclaba en la moquet. A la noche, después de lanzar el hilo en la oscuridad, dormía tranquila.

Tejer era todo lo que hacía. Tejer era todo lo que tenía ganas de hacer.

Pero, tejiendo y tejiendo, ella misma encontró el tiempo en que se halló sola, y por primera vez pensó lo bueno que sería tener un marido al lado.

No pudo esperar al día siguiente. Con el capricho de la persona que intenta algo desconocido, empezó a entrelazar en la alfombra las lanas y los colores que le brindarían su compañía. Y de a poco su deseo fue surgiendo, sombrero con plumas, rostro con barba, cuerpo erecto, zapatos brillantes. Cuando finalizaba el último hilo de la punta de un zapato golpearon a la puerta.

No fue necesario abrirla. El mozo puso la mano en la tranca, se sacó el sombrero de pluma y pasó a compartir la vida de la joven.

Aquella noche, acostada en el hombro del mozo, la joven pensó en hermosos hijos que tejería para aumentar aún más su felicidad.

Y fue feliz por un rato. Pero si el hombre pensó en hijos, pronto los olvidó. La razón fue que descubrió el poder del telar y no pensó en nada más que no fuera en las cosas que él le podía ofrecer.

-Una casa mejor es necesaria-dijo a la mujer. Le parecía justo, ahora que eran dos. Exigió que eligiera las más bellas lanas como adobes, hilos verdes para los batientes, y con mucha prisa para que la casa existiera.

Lista la casa, pronto la misma no le pareció suficiente.

-¿Por qué razón tener una casa, si se puede tener un palacio?- preguntó. Sin necesidad de respuesta, pronto ordenó que fuera de piedra con terminaciones en plata.

Días y días, semanas y meses trabajó la joven tejiendo techos y puertas y patios y escaleras y salas y pozos. La nieve caía afuera, y ella no tenía tiempo para llamar al sol. La noche llegaba, y ella no tenía tiempo para finalizar el día. Tejía y se ponía triste, mientras sin parar operaba los peines siguiendo el ritmo de la máquina de tejer.

Finalmente, el palacio quedó listo. Y entre tantos salones, el marido eligió para ella y su telar la más alta habitación en la torre.

-Eso es para que nadie sepa de la alfombra, él dijo. Y antes de cerrar la puerta con llave, señaló:- Falta el local para los animales. ¡Y no te olvides de los caballos!

Sin descanso, la mujer tejía los caprichos del marido, llenando el palacio de cosas lujosas, cofres, monedas, salas para los sirvientes. Tejer era todo lo que ella hacía. Tejer era todo lo que tenía ganas de hacer.

Y tejiendo, ella misma ha traído el tiempo en que su tristeza le pareció más grande que el palacio con todos sus tesoros. Y por primera vez pensó cómo sería de bueno si estuviera otra vez sola.

Solamente esperó la noche caer. Se puso de pie mientras el marido dormía con sus sueños de nuevas necesidades. Sin zapatos, para no hacer ruido, montó la larga escalera hasta la torre y se sentó a tejer.

Ahora no fue necesario elegir ningún hilo. Tomó la máquina de tejer de la forma inversa, y jugándola veloz de un lado a otro, empezó a deshacer su tejido. Deshizo los caballos, los carruajes, el patio de los animales, los jardines. Después deshizo las mucamas y el palacio y todas las maravillas que el mismo contenía. Y una vez más se encontró en la casa pequeña y sonrió hacia al jardín por la ventana.

La noche llegaba a su fin cuando el marido se despertó y no reconoció la cama dura y, sorprendido dio una mirada a su alrededor. No tuvo tiempo de salir de la cama cuando ella terminaba de deshacer el diseño oscuro de los zapatos, y él vio sus pies desaparecer, así como las piernas. Rápido, la nada subió a su cuerpo, tomó su pecho y su sombrero de plumas.

Entonces, como si escuchara la llegada del sol, la joven eligió un hilo claro. Y lo fue pasando despacio entre los hilos, sencillo rayo de luz, que la mañana reprodujo en la línea del horizonte.

Bienvenidos a un nuevo ciclo!

Con este amanecer sobre el mar comenzamos el 2008
Los chicos de 8vo y 9no tm realizaron un taller de plástica y literatura para comenzar el año. Iremos subiendo algunos de sus trabajos.