Todo es comprender
el silencio, las roturas
y el frío quejido
que adelgaza el aire
no sé llorar
como le gusta a la humedad
ni soy capaz
de estremecerme de tristeza
pero al fin
las lágrimas
recluidas en el agua
Hablamos sin duda
en lo más profundo de este fuego
en lo más simple y oculto
como el finísimo polvo de oro
de las mariposas
el pasado
se deslizó
entre tus ojos
del mismo modo
el viento
entre los árboles
las hojas
se durmieron
en tus brazos
todo se oscureció
un helado silencio
atravesó la sala
y fue la noche
y fue la despedida
entre el viento
los pétalos;
solitarios
heridos
dulces
(tus labios ardidos de besarme)
la esperanza
en tus ojos
solitarios
heridos
dulces
abriendo sus flores
en mi corazón
Un trino blanco
con alas de nácar
abrió mis ojos
en mis labios
solitarios
ahora
cantan tus labios
mecida entre tu piel
suspiro
abrigada por tus manos
bailo
atrás quedó la pena
Entre sombras
miraré
mi pena silenciosa
con suaves palabras
haré centellear
su corazón
Olvidaré por fin
que estoy enjaulado
entre las sombras
de su perfume
ausente
Regresa
bajo los sauces
tu boca
refulgente
suspiro inquieta
se encienden
mis alas
regresa
veloz
el tiempo
de tus huellas
en mi nombre
