lunes, abril 13, 2009
miércoles, marzo 18, 2009
Concurso de Haiku de la Fundación Borges 2008
Tercera Mención
Diego Flores
E.S.B. N°186
La Matanza, Buenos Aires
Un perro ladra
Voy entre calles rotas
Madrugada gris
viernes, julio 18, 2008
silencio (jennifer ponce)
Silencio
al sentir
que lentamente
desciende la luna
otro momento
se contempla
bajo las estrellas
¿testigo del amor?
Silencio
en la tarde
perfumada de sol
en que corres
a mis brazos
cristal descubierto (wendy hervas)
desde los cristales
tu nombre vibra
desde noches oscuras
como barcos que se fueron
ni los grises pájaros
vuelan en silencio
escucho tu nombre
en la humedad del día
aguaceros
ventana a tus ojos (romina galeano)
hay una luz
que ilumina mi vida
y colma mi corazón
la ventana
de tus ojos
baila tu pelo
bajo los espejos
si te veo
tu risa es más dulce
hay una luz
que baila en tu risa
colma mi corazón
la ventana de tus ojos
mi corazón habla (diana barboza)
porque mi corazón habla
y corre por el jardín iluminado
y sube hasta tu boca
que brilla
y porque una fragancia de jazmines
penetra en mi cuarto
al atardecer
ritmo enloquecido de mi alma
yo
descubro paisajes nuevos
que te esperan
tu nombre es un mar desierto (luciana cortés)
en el mar desierto
desde aquel día lluvioso
pálidas rosas marchitas
huye mi corazón
pájaro de la bahía
silencioso te espera
humedad de las orillas
nuevas aguas
que vuelven
desde aquel día
olvidado
El joven y la bella dama (Joselyn Evia Camacho)
Vuelve un joven
por la sierra
camina
sobre las montañas
descubre
el hermoso día
una bella dama
Cuando la ve
regresa con ella
hacia las sierras
las montañas
iluminan el día
y la luz de la vida
hilos de seda
florecen
en su claro vestido
Amor que brilla (Maryhorie Caccya Hidalgo)
Porque mi alma se llena de tristeza
y amor al mismo tiempo
y sube por un camino
que brilla como una estrella fugaz.
Y porque el viento que me rodea
hasta el aire que respiro se llena
de melodías con ritmos
que me inundan de pasión.
Que nuestro amor permanezca
hasta que el agua se vuelva tierra
alegre y confiadamente
miro nuestro amor brillar.
como las olas (Catriel Apaza)
susurraba alegre el mar
inmensas manos
se movían
contra el muro
un sombrero
solitario
miraba desde el viento
el tiempo húmedo
ensombrecía los cielos
y una rosa florecida
bailaba
sin espinas
un color azul
brilla
entre las estrellas
jueves, julio 17, 2008
haiku (Alan Britos)
una triste soledad
abre la noche
Germinación (Micaela Cordero)
sábado, mayo 17, 2008
Luna infeliz (Mayra Farías)
Colores que florecen (Laura Romero)
La caja azul (Guillermina Arispe)
El espejo de tu nombre (Rocío Rodríguez)
Pintado de esperanza (Luciana Cortés)
abunda el invierno
pintado
de largas noches
de caricias secretas
la pintura de tu nombre
sangriento a lo lejos
en mi memoria
sueña tristemente
como en aquellos tiempos
como el olvido
Pez de la bahía (Luciana Cortés)
domingo, mayo 04, 2008
lunes, abril 28, 2008
domingo, marzo 30, 2008
Biografía no autorizada de Gaspera

Es de la Antártida pero trabaja en Noruega, tiene esa cola enorme de cocodrilo porque es hereditaria al igual que en toda su familia, a veces cocina por eso lleva un delantal naranja, tiene unas piernas larguísimas para poder correr.
No tiene brazos y unos ojos inmensos y despiertos, los labios gruesos y el pelo largo.
Es muy buena persona con los que la tratan bien
Ariel Rojas
Biografía de Cirilo

Edad:36
Se dedica a tocar el sikus y hacer canciones
En su tiempo libre juega a la pelota
Vive en Villa Celina
Su habilidad es escuchar
Su sueño es no tener esas orejas
Biografía no autorizada de El Defensor

Edad: 38 años
A que se dedica: A estudiar
Comida preferida: El pescado
Cosas que hace en su tiempo libre: ayuda a los chicos que viven en la calle
Dónde vive: En la montaña
Con quién vive: Con su perro
Habilidades: Es bueno en la matemática
Su sueño: Que todos los chicos de la calle tengan un lugar o un techo donde dormir y algo de comer
Nombre: Ricardo
Edad: 28
A que se dedica: A jugar al básquet
Comida preferida: el asado
Cosas que hace en su tiempo libre: estudia y ayuda a sus hermanos
Dónde vive: En su departamento
Con quién vive: Con sus padres
Habilidades: Es bueno en el básquet
Su sueño: Abrir un comedor solidario
Diego Flores
sábado, marzo 29, 2008
Biografía no autorizada de Heather Frans

Hola, yo soy Heather Frans, vengo de una familia muy rara, como pueden ver, tengo 453 años.
Mi familia y yo nos dedicamos a asustar a las personas y comemos todo tipo de insectos, lo que más nos gusta son las ratas asadas.
En mi tiempo libre realizo zapatos con pieles de animales.
Vivo en un pantano con toda mi familia.
Como notarán tengo un ojo celeste, con ese ojo puedo congelar.
Y tengo un sueño muy oculto...
dejar de ser el monstruo que soy!!
Micaela Cordero
Biografía no autorizada de la Señora Tapolc

La Señora Tapolc nació en Mandas, una remota isla al norte de Nueva Zelanda.
Con sus 89 años su vida fue muy activa. Se dedicaba en su adolescencia a explorar lugares remotos.
Vivía con sus padres y sus dos hermanos Roberta y Carlos.
Se sabe que su comida favorita son los guisos con frutos extraños del bosque.
Es experta en maquillaje. En sus tiempos libres suele retocarse y experimenta nuevos colores.
Su sueño es venir a la Argentina y explorar nuevas áreas.
Estas son las cosas más importantes respecto a la Señora Tapolc...
Mayra Farías
viernes, marzo 28, 2008
manos a la obra
jueves, marzo 27, 2008
sábado, marzo 08, 2008
La joven tejedora (Marina Colassanti)

Despertaba aún en lo oscuro, como si escuchase al sol asomándose en los límites de la noche, y pronto se sentaba a tejer.
Línea clara para empezar el día. Delicado trazo en el color de la luz que iba pasando entre los hilos extendidos, al mismo tiempo que afuera la claridad de la mañana dibujaba el horizonte.
Después lanas más vivas, lanas calientes que iban tejiendo hora a hora una larga alfombra que jamás terminaría.
Si el sol estaba demasiado fuerte y en el jardín caían los pétalos, la joven ponía en la máquina gruesos hilos grises de algodón con mucho fieltro.
Para la sombra de las nubes, elegía un hilo de plata, que en puntadas largas rebordeaba el tejido. Liviana, la lluvia venía a saludar a la ventana.
Pero, si por muchos días el viento y el frío se peleaban con las hojas y ahuyentaban los pájaros, la joven con el solo hecho de tejer con sus bellísimos hilos dorados hacía que el sol volviera a calmar la naturaleza.
Así, jugando con los aparatos de la máquina de tejer de un lado al otro y golpeando los grandes peines del telar para el frente y para atrás, la joven pasaba sus días.
Nada le hacía falta. Cuando tenía hambre tejía un hermoso pez, siempre cuidando las escamas. Y el pez estaba pronto en la mesa listo para comer. Cuando tenía sed, livianita era la lana color de leche que se mezclaba en la moquet. A la noche, después de lanzar el hilo en la oscuridad, dormía tranquila.
Tejer era todo lo que hacía. Tejer era todo lo que tenía ganas de hacer.
Pero, tejiendo y tejiendo, ella misma encontró el tiempo en que se halló sola, y por primera vez pensó lo bueno que sería tener un marido al lado.
No pudo esperar al día siguiente. Con el capricho de la persona que intenta algo desconocido, empezó a entrelazar en la alfombra las lanas y los colores que le brindarían su compañía. Y de a poco su deseo fue surgiendo, sombrero con plumas, rostro con barba, cuerpo erecto, zapatos brillantes. Cuando finalizaba el último hilo de la punta de un zapato golpearon a la puerta.
No fue necesario abrirla. El mozo puso la mano en la tranca, se sacó el sombrero de pluma y pasó a compartir la vida de la joven.
Aquella noche, acostada en el hombro del mozo, la joven pensó en hermosos hijos que tejería para aumentar aún más su felicidad.
Y fue feliz por un rato. Pero si el hombre pensó en hijos, pronto los olvidó. La razón fue que descubrió el poder del telar y no pensó en nada más que no fuera en las cosas que él le podía ofrecer.
-Una casa mejor es necesaria-dijo a la mujer. Le parecía justo, ahora que eran dos. Exigió que eligiera las más bellas lanas como adobes, hilos verdes para los batientes, y con mucha prisa para que la casa existiera.
Lista la casa, pronto la misma no le pareció suficiente.
-¿Por qué razón tener una casa, si se puede tener un palacio?- preguntó. Sin necesidad de respuesta, pronto ordenó que fuera de piedra con terminaciones en plata.
Días y días, semanas y meses trabajó la joven tejiendo techos y puertas y patios y escaleras y salas y pozos. La nieve caía afuera, y ella no tenía tiempo para llamar al sol. La noche llegaba, y ella no tenía tiempo para finalizar el día. Tejía y se ponía triste, mientras sin parar operaba los peines siguiendo el ritmo de la máquina de tejer.
Finalmente, el palacio quedó listo. Y entre tantos salones, el marido eligió para ella y su telar la más alta habitación en la torre.
-Eso es para que nadie sepa de la alfombra, él dijo. Y antes de cerrar la puerta con llave, señaló:- Falta el local para los animales. ¡Y no te olvides de los caballos!
Sin descanso, la mujer tejía los caprichos del marido, llenando el palacio de cosas lujosas, cofres, monedas, salas para los sirvientes. Tejer era todo lo que ella hacía. Tejer era todo lo que tenía ganas de hacer.
Y tejiendo, ella misma ha traído el tiempo en que su tristeza le pareció más grande que el palacio con todos sus tesoros. Y por primera vez pensó cómo sería de bueno si estuviera otra vez sola.
Solamente esperó la noche caer. Se puso de pie mientras el marido dormía con sus sueños de nuevas necesidades. Sin zapatos, para no hacer ruido, montó la larga escalera hasta la torre y se sentó a tejer.
Ahora no fue necesario elegir ningún hilo. Tomó la máquina de tejer de la forma inversa, y jugándola veloz de un lado a otro, empezó a deshacer su tejido. Deshizo los caballos, los carruajes, el patio de los animales, los jardines. Después deshizo las mucamas y el palacio y todas las maravillas que el mismo contenía. Y una vez más se encontró en la casa pequeña y sonrió hacia al jardín por la ventana.
La noche llegaba a su fin cuando el marido se despertó y no reconoció la cama dura y, sorprendido dio una mirada a su alrededor. No tuvo tiempo de salir de la cama cuando ella terminaba de deshacer el diseño oscuro de los zapatos, y él vio sus pies desaparecer, así como las piernas. Rápido, la nada subió a su cuerpo, tomó su pecho y su sombrero de plumas.
Entonces, como si escuchara la llegada del sol, la joven eligió un hilo claro. Y lo fue pasando despacio entre los hilos, sencillo rayo de luz, que la mañana reprodujo en la línea del horizonte.
Bienvenidos a un nuevo ciclo!

Los chicos de 8vo y 9no tm realizaron un taller de plástica y literatura para comenzar el año. Iremos subiendo algunos de sus trabajos.
sábado, noviembre 24, 2007
domingo, julio 15, 2007
perdida (soledad cardozo)

escaleras sin fin
en la distancia
se pierden conmigo
y nadie sabe
abren de par en par
las ventanas
me conducen
a una cárcel de espejos
aunque nada me diga
el que arroja cada noche
esta herida en mi corazón
¿por dónde salgo?
muros que llevan
hasta el fondo del estanque
Soledad Cardozo
la imagen pertenece a Angria
Las hadas (Romina Galeano)

Me anuncian una vez más
mi prometido
por las mareas del pasado.
Sin embargo está
fundiéndose
en otro tiempo.
Yo me acerco
a través de viejas lágrimas guardadas,
un fulgor como nieve dorada
me encuentra
y me detiene.
Romina Galeano
la imagen pertenece a Nenúfar Blanco
sábado, julio 14, 2007
El lugar de la puerta (Franco Villalba)

Llévame
hasta un lugar
del sueño
en la noche.
La costumbre
ahora
es ella.
tras la única puerta
alucinada
como un ángel.
Franco Villalba
la imagen pertenece a Aurora3
espera invernal (Daniela Flores)

pasan
inviernos fríos
otoños tristes
tu rostro reflejado
en gotas del cielo
palabras insistentes
enredadas
en este invierno
sin regreso
tu mirada trasluce
la confusión
de tus palabras
besos olvidados
bajo noches sin luna
voces perdidas
sobre flores heladas
pasan
inviernos fríos
otoños tristes
tu rostro reflejado
en gotas del cielo
Daniela Flores
la foto pertenece a marisa negri
El sueño de la noche (Laura Galeano)

la luna
entre
grandes cielos
de tormenta
igual a mi destino
como un haz
de oscuridad
ahogado
en la noche
la luna
y yo
ahogadas
en la noche
Laura Galeano
la imagen pertenece a oscillantep
jueves, julio 12, 2007
La sombra (Nicolás Mora)
Recorrí todo el país,
alumbré en las frías noches
y en las mañanas grises de otoño.
Conozco un bosque de olivos
Y el aroma de los campos de lavanda.
Mi sueño: la libertad infinita
no la tuve nunca
en mi vida solitaria.
Yo soy la sombra de un pájaro.
Alumbré en las frías noches
y en las mañanas grises de otoño.
Recorrí todo el país
en mi vida solitaria.
Nicolás Mora
La vampiresa del castillo Horsway (Miriam Apaza)

Observé por el ventanal una sombra espantosa y escalofriante. Junté todas mis fuerzas y bajé por las escaleras hasta el exterior del castillo.
Aún no amanecía. Sobre el césped una fina capa de escarcha daba al paisaje un matiz desolado. El contacto con el aire helado me hizo estremecer. Dibujándose a través de la niebla la vi por primera vez.
Tenía un aspecto aterrador y parecía provenir del mismo infierno.
Las piernas no me respondían, quise gritar y sólo un suave quejido pudo emitir mi garganta.
La vampiresa me observó desafiante y cruel. En pocos minutos pude notar en su rostro rasgos que no pertenecían a ningún ser de este mundo.
Unos dientes blancos muy agudos contrastaban con sus labios violáceos y su tez de una palidez extraordinaria.
Se diluyó entre las sombras de los altos robles sin darme tiempo a reaccionar.
Giré sobre mis pasos para retornar a la alcoba, desde el pórtico del castillo John y mi madre petrificados como estatuas de mármol tardaron en recuperar el sentido.
Luego, silenciosos, volvimos a la sala principal.
Cuando pude estar a solas con mi esposo, me dijo:
- Querida Rose, temo decirte que estas apariciones no me son ajenas. Hace mucho tiempo escuché una vieja leyenda sobre los habitantes de este castillo; no sé cuánto tendrá de cierta y temo que escucharla afecte tu salud.
- Cuéntame esa historia por favor, tengo el oscuro presentimiento de que está vinculada con la desaparición de nuestra querida Josephine.
- Bueno, pero cálmate por favor. Como sabes en este solar habitaron desde 1618 los Horsway, mis ancestros. La condesa Horsway desapareció una madrugada como ésta hace casi setenta años. Era la hermanastra menor de mi madre. No hubo rastros de ella hasta que…
- ¿Qué?, ¡por el amor de Dios!
- Fue encontrada junto con un hombre maligno o como le dicen los pueblerinos, un vampiro. Ella llevaba un bebé en sus brazos.
- ¿Un bebé? ¿y qué sucedió?
Me aterrorizaba aquello, aspiré unas gotas de perfume en mi pañuelo casi a punto de desvanecerme. Angustiada rogué a John que continuara la historia.
- No se sabe bien que sucedió después. Ya sabes lo que sucede entre la plebe, cuando una historia comienza a rodar toda clase de fantasías la van cercando hasta que es casi imposible distinguir la invención de la realidad. He escuchado varias versiones de este suceso. Muchos piensan que la condesa se convirtió en uno más de aquella abominable raza. Algunos dicen que el hombre fue muerto con una estaca clavada en el corazón, otros sospechan que ambos son inmortales y siguen entre nosotros.
Las manos de John firmes y cálidas, entrelazadas con las mías me infundían valor. Buscaríamos juntos a Josephine pero antes dejaríamos a mi madre a los buenos cuidados de la Señora Groove, nuestra antigua criada que vivía en una casona no muy distante.
….
Visitamos la mañana siguiente al Dr. Arthur Lawrence, especialista en estos temas y amigo personal de la familia. El nos instruyó acerca de estas criaturas, su aversión a la claridad del día, el uso adecuado de estacas y crucifijos, como así también de unas hierbas secretas que podían neutralizar su mordedura.
Una vez más John insistió en que permaneciera con mi madre y la señora Groove pero yo no tenía miedo. Estaba dispuesta a llegar hasta el fondo de este asunto y acompañar a mi querido esposo.
Para comenzar nuestra investigación fuimos al último lugar en el que había estado mi prima. Unas huellas apenas perceptibles nos llevaron hacia una puerta sin llave en el ala derecha del castillo, ahora en desuso y destinada a huéspedes ocasionales. El aire estaba enrarecido y las cortinas filtraban la luz del pálido sol dejando la habitación en penumbras.
-¡No se atrevan a acercarse! – dijo una voz espeluznante.
Reconocí dos siluetas en la oscuridad, la horrible aparición que ya había visto y la desdichada figura de mi amada prima.
-Sólo deseamos que liberes a Josephine, luego te dejaremos en paz.- dijo John con voz firme.
-Josephine es mi hija, no volveré a perderla. Cuando la luna llegue a su cenit, ella será como yo.
Saqué entonces mi crucifijo de plata y la vampiresa desapareció con un aullido.
Corrimos hacia mi prima. Estaba fría y respiraba con dificultad. Sus ojos abiertos e inexpresivos miraban un punto fijo y no parecía tener voluntad sobre sus actos.
La llevamos a su cuarto y luego de rodear su cama con flores de ajo, comenzó a relajarse hasta que se durmió profundamente.
Ahora todo era cuestión de tiempo. Ambos sabíamos que sólo matando a la condesa libraríamos a Josephine del maleficio.
-Rose, tu madre debe saber algo de todo esto. Iré a verla y le pediré que me diga todo lo que sabe. Llamaré a Arthur para que te ayude a cuidar de tu prima.
….
Mientras la Señora Groove preparaba unas tazas de té, John conversó con la madre de Rose, quien durante toda su vida había guardado un terrible secreto.
- Hallé a Josephine apenas nacida en el sótano del castillo, una serie de acontecimientos funestos acontecían por aquellos días y resolvimos proteger esta pequeña vida sin dar más detalles de su procedencia.
Tiempo después se me apareció la condesa y accedió a que yo la cuidara, pero sabía que en algún momento regresaría por ella. Josephine ha sido una criatura normal y encantadora hasta ahora, pero su madre, la vampiresa, se oculta dentro de su ataúd en el sótano del castillo y no descansará hasta quitarnos a nuestra niña.
Luego rompió en un amargo llanto y hubo que llevarla a recostarse en la habitación de al lado.
….
Cuando John me puso al tanto de lo sucedido supe que ya teníamos una pista cierta para cumplir nuestra misión. El Dr. Arthur nos acompañaba.
Descendimos las dos escaleras que daban al sótano. Los hombres removieron la tapa del ataúd. John tomó la estaca con la mano izquierda y un martillo con la mano derecha, apuntó al corazón de la vampiresa y golpeó con todas sus fuerzas.
Pude ver la depresión en la carne blanca.
La mujer que se encontraba en el féretro se retorció y un grito espeluznante salió de sus labios. El cuerpo se sacudió, se estremeció y se agitó con movimientos salvajes. Los agudos dientes blancos se cerraron y la boca se llenó de espuma.
Los movimientos fueron cesando. Finalmente el cadáver permaneció inmóvil.
La terrible obra había concluido.
….
Nosotros mirábamos con las manos temblorosas. El Dr. Lawrence le cortó la cabeza y cubrió la boca con ajo. Luego cerraron el féretro.
Nos abrazamos aliviados. Al girar hacia la salida, Josephine me miraba con una extraña sonrisa desde la escalera, avancé hacia ella.
La abracé y le dije: -Todo pasó, querida, todo pasó.
Miriam Apaza
la imagen pertenece a gatinho84
Carta abandonada (Daniela Delgadillo)
que mis ojos ya no ven
Otros caminos recorren los pensamientos
que mi mente ya no toca
Otras flores se observan
en las ventanas de tu cuarto
palabra que te fuiste
caminos que se fueron
flores que se fueron
mi mano escribe la carta
que tu corazón no quiere repetir
que tus ojos no quieren leer
mi mano escribe la carta de tu nombre
que tu sonrisa no iluminará
se fue la risa
se fueron las palabras
se fueron las flores
sólo queda esta carta
abandonada
Daniela Delgadillo
Hacia el piso trece (Daniela Flores)

Mientras escala las paredes se detiene en los balcones de cada piso. Entonces mira hacia abajo y observa: vendedores ambulantes, niños jugando, autos modernos y un matrimonio que parece discutir.
Levanta la mirada y ve en el cielo una bandada de gaviotas cerca del río marrón y la silueta de un barquito amarillo que se recorta en el horizonte.
El paisaje lo distrae, lo hace viajar por otros mundos, se va con el barquito por todas las ciudades que le gustaría recorrer hasta que siente un tirón, una leve sacudida que lo trae de vuelta a la realidad. Es la soga que amenaza con cortarse y se va destrenzando velozmente.
Justo en ese momento, el del 3ero b, que siempre se cruza en el ascensor pero que nunca saluda, se asoma al balcón y le arroja otra cuerda que Javier ata a su cintura. Sigue subiendo y al pasar le hace una reverencia,
-Matías me llamo, mucho gusto. –lo saluda el vecino.
-Soy Javier y vivo en el piso trece, perdí mis llaves. –le responde nuestro personaje.
Y sigue subiendo con una sonrisa, sospechando que tiene ahora un nuevo amigo con quien conversar.
En el cuarto piso se detiene a descansar. Una viejita se asoma a la ventana y lo invita a sentarse en su sillón. El aroma a torta fritas recién hechas le recuerda que debe seguir hasta su casa a prepararse un buen café, así que la saluda, le agradece el descanso y se va.
Sigue trepando por las paredes.
En el siguiente piso se detiene, su amigo Don Tomás lo convida con un mate mientras juega a las cartas con sus nietos.
Javier usa una camisa a cuadros, pantalón floreado y gorra roja, olvidó las llaves de su casa y debe llegar al piso trece antes de que aparezca la luna.
Un oficinista desde abajo le grita consejos y advertencias. Javier apenas puede escucharlo pero lo saluda sacudiendo su gorra.
Una nena de trenzas pasea a su perro por la plaza.
Dos señoras vuelven con bolsas del mercado.
La tierra está lejos. El cielo está lejos.
Javier sigue trepando por las paredes colgado de una soga.
Pero en uno de los pisos encuentra a una mujer inesperada. Tiene una sonrisa amplia y dulces ojos almendrados. Y un vestido turquesa con margaritas.
Ella le pide que la lleve con él.
Entonces ella se ata también a la soga y sube con Javier más allá del piso trece, hacia las nubes, el cielo, el viento.
Los niños saludan desde los balcones y arrojan arroz y avioncitos de colores.
Un globo azul sale de una ventana y los acompaña en el viaje.
Javier sigue subiendo con su enamorada de siempre.
Daniela Flores
viernes, junio 29, 2007
ausencia (nicolás rojas)
dulce pesadumbre
lleva paso a paso
a la condena
hasta pasar los muros
sin remedio
fundiéndose en
terciopelo negro
dulce pesadumbre
de viejas lágrimas
no llega jamás
el duelo
dulce pesadumbre
él me espera
vestido de luto
y su rostro vacío
exhala una luz muerta
domingo, mayo 13, 2007
anunciar el olvido

estrellas
alargadas en la brisa
mareaban entre sueños
como canciones
suplica
la rapidez de la verdad
bajo la luna veraniega
mientras cae
para alcanzar
(según tú dices muda)
susurraba
las abejas entre sueños
provocados por tu piel
sobrenatural
recuerda cantando
pasea
esquiva la amenaza
emoción
Wilmer Pérez
la imagen pertenece a leanmar
ir y volver

Canto triste
llorando
por la calle
por tu ausencia
esperando tus caricias
y tu amor
tu piel
la suavidad de una burbuja
tu mirar
luz libre
desde adentro
me lleva hasta el cielo
con alas hermosas
vida mía
sola en mi cuarto
dolorida
tu rechazo
espadas quebradas
en mi corazón
Lucely Collque Pillco
la fotografía pertenece a francisca bravo
palomas en la ciudad

El rumor
salvaje
de los gorriones
hace sonreír
a la gente.
Las calles
de la ciudad
agitadas
ruidosas.
Las palomas
observan
desde el puente.
Angel Vázquez
8vo TM
la imagen pertenece a marisa negri
ojos condenados

Ojos condenados
Sin locura
desbordado el viento
heridas mortales
hacia los hemisferios
Arrastraban cadáveres fugitivos
naufragaban insensatos
entre raíces
de innumerables estrellas
Aborrecían
cánticos de sirenas
miradas burladoras
pasión entre prisiones
bellezas engañosas
Hacia ligeras montañas
crujía solitario
agrios mares verdes
ojos condenados
Llovían lámparas coloridas
talismanes y arrecifes derribados
sabores infames sobre la vejez
Miriam Apaza
la imagen es un collage de marisa negri
puentes sin sol

puentes sin sol
pájaros del amor inesperado
cantar
Alas del misterio
besos quebrados
flores silvestres
puente fugaz
del alma
Roxana Rojas 8vo A TM
la imagen es de fotonstudio
Fin

Caminaba
libre
hacia adentro
inesperado
rebelde
(como el silencio)
Por las avenidas
escuchó
un rumor triste
de amores
que se olvidan
En su cuarto
frente al espejo
observó
una lágrima
La tibia piel
de las alas
como ausente
y un salto salvaje
desde el puente
Marcelo Almada
8vo A TM
la imagen es de melinka
Dos caminos, una vida

Volar con las alas
inesperadas
desde un puente
oscuro
marginal
El vacío
del mundo verde
encrucijada
entre dos caminos
solitarios
El cielo nocturno
aparece
claramente
mientras camino
olvidando
tus ojos
Diego Flores
la imagen pertenece a Ibarak
canción de lluvia

sigue lloviendo
tu sonrisa tibia
tierra mojada
aire intenso
se juntan
tu voz
como un abrigo
sigue lloviendo
custodiada de flores
se opaca
la noche
tus cartas grises
el deseo
que destella
tus cartas grises
seca belleza del olvido
tu voz
como un abrigo
sigue lloviendo
Gustavo Bórquez
la imagen pertenece a Beltane Green
sábado, mayo 12, 2007
Amalia

Escucho
tu rumor inesperado
entre las calles
imagino tus ojos
azules
como el mar
esa noche
pasaste
por mi ventana
y una luz
iluminó
mi corazón
Jonathan Cruz 8vo A TM
viernes, mayo 04, 2007
viernes, abril 20, 2007
Nueva sección: videos!
espero que les guste.
dos imágenes del taller de teatro

